Mis lecturas de febrero 2018

¡Buenos días de viernesssss ! :DDD

Ya estamos a día nueve y se me echa el mes encima, así que hoy no me enrollo y voy al grano: sin más dilación, vamos con las lecturas del mes de febrero, que continúan con la buena racha de este año lector. ¡A ver qué os parecen!

6) Qué vas a hacer con el resto de tu vida (Laura Ferrero)

La primera lectura de este mes fue Qué vas a hacer con el resto de tu vida, un libro que me apetecía un mucho leer desde que lo tuve entre manos y mucho más después de que tantas me dijéseis que Piscinas vacías, el libro de relatos de la misma autora, os había gustado mucho. Y sí, es verdad que me ha gustado la escritura de Laura Ferrero, aunque me dejó un sabor agridulce porque pensé que era una lectura que habría amado locamente la Anita del pasado y que la del presente, en cambio, solamente disfrutó. Si es que disfrutar es poco, hablando de libros.

Laura es la protagonísta y narradora de este libro y está en ese momento de la vida en el que no sabe qué hacer con ella, así que deja a su pareja y acepta un trabajo en Nueva York, intentando encontrar su lugar en el mundo. A mí también hubo un día en el que me hizo falta "irme a Nueva York", así, como concepto, y la forma de sentir y razonar de Laura la he sentido muy mía, así que me ha servido para, por un lado, alegrarme al darme cuenta de que yo ya no sigo buscando mi lugar, y por otro, lamentarme al saber que este libro en 2006 lo habría amado taaaaanto...

Es una historia sencilla: Laura se marcha a la gran manzana, empieza a trabajar en una editorial, e intenta encontrarse y buscar explicaciones a todo lo que le ha pasado en la vida, a sus dramas familiares que al final son siempre la base de todos nuestros dramas. Es una novela introspectiva y eso a mí me vuelve loca, y también creo que se nota que está escrito por una mujer de mi generación, así que a mí me ha llegado bastante.

En definitiva, si os gustan los libros escritos por mujeres, las historias de personas contadas mirando hacia adentro, o si estáis en ese momento de la vida de no saber qué hacer con ella, creo que es un libro que puede gustaros. También como una lectura ligera que os acompañe, que yo me pongo profunda pero no es una novela densa ni mucho menos. ;)

7) Correr es algo más (Isabel del Barrio)

Como soy bastante fan de On my training shoes y creo que es una profesional de su sector como la copa de un pino, tenía ganas de leer Correr es algo más y no dudé en regalárselo al Bigotes para Reyes; una estrategia como otra cualquiera :P.

El libro tiene una idea fundamental que conocemos desde la propia portada y que es que para correr hay que estar en forma, que los que nos enganchamos al running ya no corremos para estar bien sino que queremos estar bien para correr mejor. Eso es para mí la clave de engancharse a un deporte sin ninguna duda y, por eso, este libro me parecía súper interesante y necesario. En él, la autora comparte desde conceptos técnicos hasta pautas y ejercicios prácticos que es fácil implementar en nuestra propia vida como deportistas, todo contado desde su experiencia personal, por eso me ha gustado.

Sin embargo, sobre todo al principio, me pareció que el libro carecía de revisión editorial alguna, con frases subordinadas, párrafos y detalles de estilo que hacían muy complicada la lectura y que, seamos honestos, no gusta encontrar. Conforme fui avanzando lo noté menos, no sé si porque ya estaba en el tema y no me importaba tanto el cómo estaba escrito, pero desde luego fue un punto muy negativo que me cabreó bastante al principio. Una editoriales, cualquiera que sea, no debería permitirse eso.

8) Un hijo (Alejandro Palomas)

Leí Un hijo porque quería leer algo de Alejandro Palomas antes de atacar Un amor y, como este libro lo tenía en casa y era cortito, me pareció una buena opción. En él, el autor nos cuenta la historia de un niño con una madre ausente y cómo se relacionan con él su padre, su profe, su amiga, la orientadora del colegio.

Guille tiene 9 años y es un chaval... diferente. No creo que tenga ningún trauma, creo que Guille es un niño feliz, pero es diferente, y leyendo su historia pensaba en la delgada línea que hay entre lo uno y lo otro. Pensé que un niño feliz como Guille tiene muchas posibilidades de acabar teniendo un trauma, pero precisamente por los demás, por lo difícil que eso de ser diferente le resulta al resto.

[Mientras escribo este post lo comento con el Bigotes, que también lo ha leído, y me doy cuenta de que lo que os cuento es una visión totalmente personal, porque el autor se encarga de describir a Guille muy bien, pero de tal manera que admite un montón de interpretaciones.]

La profe y la orientadora que aparecen en este libro son adorables, se implican en ayudar al niño con una sensibilidad ideal, que el autor sabe transmitir muy bien. Y es que la voz narrativa va cambiando, de forma que cada capítulo lo narra un personaje distinto, continuando con la historia pero desde su enfoque, lo que creo que es algo que hace que el libro sea súper ameno y diferente. Es una lectura sencilla, se lee en un tris y creo que deja un buen sabor de boca. Muy recomendable.

9) Un amor (Alejandro Palomas)

Un amor es la nueva novela del mismo autor y la que le hizo merecedor del premio Nadal 2018, así que cuando vi que le dieron el premio supe que lo leería en cuanto saliera. Y así lo hice.

Luego fui con el Bigotes a su presentación en Madrid y salimos locamente enamorados del escritor, que nos pareció un tipo fascinante. Nos recordó un poco a nuestro amigo Juanan, una persona de esas que desprenden amor a raudales y apetece tener cerca.

Y en cuanto al libro, qué decir. Ya le dediqué este post, así que os remito a él y así aligero esta entrada un poquito. ;)

10) Intensamente azules (Juan Mayorga y Daniel Montero Galán)

El último de los libros terminados en febrero fue este libro ilustrado que regalaron al Bigotes por navidad y que es súper original. Se trata de un libro ilustrado, sobre un tipo que se coloca unas gafas azules de nadar y va por la vida con ellas. La vergüenza de sus hijos, las situaciones cómicas a las que se enfrenta y cómo cambia su visión detrás de ese cristal azul componen esta historia que me hace sonreir cuando la recuerdo.

Es un libro con poca letra pero mucha chicha, surrealista, un cuento adulto con buenas ilustraciones y que llama a la relectura. Incluso dicen que va a ser llevada al teatro, ahí es nada.

Y fin. Hasta aquí mis lecturas de febrero y pronto, muy pronto, tendré que ponerme a recapitular las de marzo. Mientras, disfrutemos de todo lo que queda de mes, que está visto que el tiempo vuela. ¡Buen fin de semana! ;)