La vida es un boceto pero sin cuadro

Hace unos años, leí en un libro de Milan Kundera un concepto de la vida que me entusiasmó y que guardé conmigo. Decía literalmente que

"No existe posibilidad alguna de comprobar cual de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. ¿Pero que valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya, la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro."

El sábado me volví a encontrar con una idea similar en la última película de Woody Allen, Si la cosa funciona, y me acordé de la cita de Kundera. Woody Allen lo llama entropía y dice que es un desorden que no tiene vuelta atrás, que una vez que aprietas el tubo de pasta de dientes no hay manera de volverla a guardar dentro.

Era justamente la idea que necesitaba para acabar de reconciliarme con el mundo, para aceptar que no hay cuadro y que la pasta de dientes ya está fuera. Me da igual si me perdonan porque yo ya lo he hecho (perdonarme) y vuelvo a África con una gran salud mental después de estos días, dispuesta a reencontrarme con la playa, el verano, el deporte y esos outfits tan raros que gastan por allí... Os veo en cuanto aterrice! :)